ORIGEN DE LA MONEDA MUNDIAL.



Puede que el primer objeto reconocido como moneda fuera el "cauri" y el “Cacao”. Su nombre científico ya nos dice bastante: Cypraea moneta. Es una pequeña concha que en algunos países africanos se siguió usando hasta hace no mucho tiempo. Su uso llegó a estar muy extendido, no sólo en África sino también en China, Asia y América, e incluso
se encontró en tumbas en Inglaterra.  Resultado de imagen para cauri


ORIGEN DE LA MONEDA
No fue hasta el siglo V a. C. los fenicios no usaron moneda en sus transacciones: comenzaron a hacerlo en la fecha indicada coincidiendo con las Guerras Médicas entre Persia y Grecia.

Pocos años después, casi de forma simultánea, surgieron también las primeras monedas en China e India, pero estas tenían formas muy variopintas, como lingotes, delfines o alabardas. Por el contrario, en Grecia sí tenían formas circulares, similares a las monedas que tenemos en la actualidad. Los materiales más utilizados eran el oro, la plata y el bronce y, en función del peso y el metal, tenían diferente valor.

El hombre siempre ha hecho lo posible por cubrir sus necesidades. Una forma de conseguir cosas de las que carecía era el trueque, que consiste en cambiar una mercancía por otra. Esta práctica es posible porque alguien tiene un excedente de un bien y puede intercambiarlo por otro producto que posea otro individuo o grupo. Así, se cambiaba lana por un tipo de arma, o pescados por trigo. Sin embargo, si alguien deseaba vender una mercancía, pero en ese momento no necesitaba ninguna otra a cambio, el trueque resultaba un sistema poco práctico que siempre hacia dudar del valor de los productos a intercambiar. Se buscó entonces un elemento que fuera generalmente aceptado en los procesos de intercambio. Era importante que fuera divisible, para permitir intercambios pequeños, y que resultara fácil de almacenar y trasladar.

Otros elementos que también se utilizaron como monedas antes del uso de los metales fueron las barras de sal, piezas de coral, barras de metales, trigo, e incluso animales como las vacas.
Si aceptamos la versión del historiador Heródoto, podemos decir que las primeras monedas surgen en el Asia Menor sobre el siglo VII a.C. Se mandaron hacer para facilitar la recaudación de los impuestos, aunque es muy probable que aparecieran mucho antes en cualquier otro lugar. El León de Lidia es la moneda oficial acuñada más antigua que se conserva; se encontró en Turquía sobre el año 650 a.C. Se fabricaron por orden del rey Alyattes como medio legal de intercambio, y estaban hechas de oro y plata. Hubo otras para las que se usaron metales como el cobre, el bronce y el hierro, pero se preferían las primeras por su escasez y su incorruptibilidad, ya que no se estropeaban, aunque se almacenaran mucho tiempo. En el actual Pakistan se han encontrado monedas que datan del 2900 a.C., pero quizás las más antiguas provengan de China y sean anteriores al 5000 a.C.



El uso de las monedas se fue extendiendo e incluso el gran Alejandro Magno aparece ya en ellas. Se hizo frecuente estamparlas con el rostro de un soberano, la figura de un dios o algún otro símbolo. Estos sellos garantizaban su pureza y el peso del material con que se había acuñado la moneda.
En el Imperio Romano se creó una moneda homogénea en las distintas regiones y unitaria en peso, tamaño y valor, el "denario" (raíz latina de la palabra "dinero"). Se implantó una acuñación estatal, prohibiéndose cualquier tipo de acuñaciones particulares. En las antiguas monedas griegas había espigas de trigo y en las primeras romanas cabezas de ganado. Estas formas habían sido durante siglos símbolos del dinero, y su estampación permitía vincular las monedas con la idea general sobre el valor de las cosas reflejadas. De esta forma fue más fácil para la población comprender el nuevo sistema monetario.




En Egipto se generalizó y empezó a batirse moneda de forma habitual durante la satrapía de Aryandes como forma de pago entre comerciantes griegos y fenicios de Menfis y Naucratis.
Fue Alejandro Magno el primero que puso su efigie en una moneda, pues con anterioridad a él los reyes se habían limitado a dejar constancia de su nombre.
Lo más probable es que el uso de la moneda surgió en el Mediterráneo y se extendiera luego por el interior de Europa y Asia hasta convertirse en un hecho imprescindible para la vida comercial.

En Roma, la moneda acuñada se introdujo en el siglo V a. C. y tenía en el anverso la cabeza de la diosa titular de la ciudad con el casco alado, y en el reverso a los Dioscuros a caballo. Entonces, una libra de plata daba para acuñar cien denarios.
Hacia el año 500 a. C. empezó a circular la moneda de oro en Roma, cuya ceca o lugar donde se fabrica o emite moneda, también se conoce como casa de la moneda, parece que estaba junto al templo de Juno, diosa apodada Moneta, de donde por etimología popular derivó a moneda.

Sin embargo, a lo largo de los siglos, el valor, la ley, la pureza de la moneda decayó, se adulteró. Durante el Imperio Romano se añadió cobre al oro, tanto que hacia el siglo III las monedas, supuestamente de oro solo contenían un 2 por ciento de este mineral.
En lo que se refiere a España, se sabe que los íberos acuñaban moneda, pero fueron copia de las romanas de tiempos de la República. En ellas hay voces ibéricas que alternan con palabras latinas, apareciendo numerosos elementos simbólicos como la espiga de trigo, el pez, la palma, esfinges, la cabeza del Hércules ibérico o caballos.

En la Europa medieval se volvió a la pureza del metal, se rechazaron las aleaciones y el número de cecas (es un lugar donde se fabrica o emite moneda), fue asombroso, circulando un número enorme de monedas distintas, ya que el poder de acuñar no sólo lo tenía el Estado sino también las ciudades y algunas familias importantes.
El mayor problema de las monedas era su transporte y almacenamiento. Por eso, ya en el año 845 a.C. los monarcas de la dinastía Tang emitieron un papel estatal, con un valor material muy inferior al que representaba. Sin embargo, su valor equivalía, por decreto, a una determinada cantidad de oro o plata. Sin embargo, la plata aún continuó teniendo protagonismo en las transacciones.

En España, Jaime de Aragón emitiría la moneda en papel en el año 1.250 Jaime de Aragón, pero su valor dependía de los tesoros de oro que tuviera el país. El papel moneda se iría haciendo popular en el siglo XVIII, y los bancos privados fueron reemplazados para la emisión de papel moneda por los bancos centrales, hasta que a finales del siglo XIX se establece un patrón internacional de paridad con el oro.

En la actualidad, tanto las monedas como el papel moneda (billetes) carecen de un valor intrínseco. Su aceptación existe por la confianza que tiene la gente en que otros lo aceptarán a cambio de bienes y servicios.
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Eran monedas mal troqueladas, hechas con métodos rudimentarios. Parece que la primera máquina para acuñar moneda funcionó en París en 1553.

La llegada del sistema fiduciario
Los metales preciosos fueron dando paso, siglos más tarde, a otras aleaciones mucho más baratas y fáciles de conseguir y al papel moneda: llegaba el sistema fiduciario. Los primeros billetes surgieron en Suecia, en el siglo XVII. Esta nueva forma de dinero estaba basada en la confianza, ya que un número impreso en un trozo de papel marcaba su valor. Durante varios años este sistema conviviría con el patrón oro.

El patrón oro fijaba la equivalencia de una divisa con el metal. El patrón oro era un sistema monetario por el cual los billetes podían ser cambiados por oro y el oro por billetes, a una tasa de cambio fija. El sistema desapareció entre el final de la I Guerra Mundial y la Gran Depresión, sustituyéndose por un sistema puramente fiduciario.

La inflación: cómo se produce y qué consecuencias tiene
El sistema fiduciario, formado por monedas y billetes que carecen de valor intrínseco, da lugar, en ocasiones, a la inflación (situación que se produce cuando hay un aumento exagerado de la emisión de moneda o un aumento continuado de sus valores faciales).

Históricamente, los peores casos de hiperinflación se han producido tras las grandes guerras. Durante estos periodos, determinados países comenzaron a emitir billetes con cifras desorbitadas. Estos billetes con muchos ceros servían casi exclusivamente para comerciar en la nación emisora, ya que en el exterior la moneda se devaluaba a pasos agigantados.

La moneda en Guatemala                             
En 1543 se pusieron en circulación las primeras monedas metálicas en Guatemala, por medio de la Casa de Fundición de Metales, las cuales eran más durables que el cacao, y otros elementos de intercambio comercial y laboral que se utilizaban en aquella época.
La palabra moneda viene del latín: moneta, que significa “solo, único.” La civilización Maya usaba el cacao como moneda para el trueque o intercambio comercial, también utilizaban plumas de aves exóticas, obsidiana, sal, conchas, piedras, cerámica, jade, etc.
El rey Felipe IV, en 1731, fue quien autorizó la construcción de la Real Casa de la Moneda en Guatemala por medio de la Cédula Real.

Este establecimiento se ubicó en Antigua Guatemala al lado poniente del Palacio de los Capitanes Generales y fue diseñado por el famoso arquitecto Diego Porres.
La Real Casa de la Moneda sacó al mercado la primera moneda acuñada, lo cual significa: la impresión en una moneda o medalla de metal, por medio una maquina llamada: cuño o troquel. A las piezas rusticas o monedas que salían defectuosas se le conocía como Macacos o Macuquinas, oficialmente se llamaban Cortadas y tenían menos valor.

Monedas antiguas1 - El Origen de la Moneda en GuatemalaEn 1754 se acuñaron las monedas de forma orbicular (forma redonda) conocidas como columnarias, las cuales eran hechas de plata.

Partes de la moneda
a) Anverso: Es la cara o faz que se considera principal en las monedas y medallas por llevar         el busto o efigie del rey, persona, divisa nacional o alegoría, así como la fecha de acuñación.
b) Reverso: Es la cara secundaria donde se indica el valor monetario. Puede contener escenas sociales, históricas, religiosas, políticas, etc. Es de contenido más libre, al no contener información preestablecida, como el anverso.
c) Canto: Es el grosor de la pieza, normalmente trabajado geométricamente. También puede presentar leyendas.
d)Impronta: Son las leyendas y figuras de las dos caras de la moneda.
e) Leyenda: Es cada una de las inscripciones escritas de cada cara.
f) Tipos: Son los elementos figurativos de cada cara.
g) Marca: Es la letra o símbolo que indica la ceca de acuñación.
h) Campos: Son los espacios libres y superficies lisas.
i) Exergo: Es todo lo que queda por debajo del borde sobresaliente que aparece a veces, generalmente en el reverso, que suele contener leyendas relativas a la fecha de acuñación y otras.


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